Kiki Kogelnik: I have seen the future!

Todos los sueños son en nosotros proféticos

Cohetes, cañones, fragmentos de cuerpos, collages, plantillas, pinturas en spray, colores locos... caracterizan los mundos pictóricos de Kiki Kogelnik, nacida en Graz en 1935. Creció en Carintia y, tras su paso por la Academia de Viena, se trasladó a Estados Unidos en 1961, estableciéndose en Nueva York hacia 1962. Por eso no es casualidad que su obra refleje el canon del pop de la Costa Este de sus colegas masculinos de la época. Sin embargo, en contraste con sus juegos materiales o su marcado festivalismo de marca, la joven austriaca apostaba por la expansión de la conciencia y fue muy crítica con la conexión entre el amor por la tecnología y la mentalidad conquistadora del pop desde el principio. Esto se aprecia en sus imágenes, que pueden leerse como declaraciones distanciadas o como testimonios ingenuos de la euforia de los años sesenta. La palabra mágica de Kiki Kogelnik para desviarse tanto en la forma como en el contenido es utopía; le interesan las transformaciones, superar el espacio y el tiempo, y siempre ha considerado el presente como el principio de un futuro mejor. No es de extrañar que en la década de 1970 se centrara cada vez más en el tema de la libertad de la mujer y que a partir de entonces se ocupara de cuestiones de filiación de género. La exposición retrospectiva en el Kunstverein de Hamburgo y el catálogo, profusamente diseñado e impreso, dan testimonio elocuente de todas estas etapas en la obra de una artista fuera de lo común; Kiki Kogelnik murió en Viena en 1997.

Exposición:
Kunstverein de Hamburgo, 15/9 - 30/12/2012