Cuny Janssen: BLU

Así que BLU

Cualquiera que haya estado alguna vez en Nápoles queda cautivado por la belleza de esta ciudad: la vista desde el Museo Nazionale di Copodimonte sobre el golfo de Nápoles, Capri e Ischia; el centro histórico con sus fortificaciones y calles serpenteantes; o el famoso Jardín Botánico. BLU, el nuevo proyecto de Cuny Janssen, para el que ahora presenta un libro tan encantadoramente bello como conmovedor, y que documenta sus viajes de abril de 2012 a octubre de 2013, también trata, por supuesto, de la luz, de los diferentes tonos de azul que simbolizan la experiencia sensual de esta moderna ciudad de millones de habitantes, que atrae a los visitantes desde la Edad Media. El azul del cielo allí, azzurro, turquesa, ultramarino, cobalto o añil, ya sedujo a Goethe en marzo de 1787 para comentar que Nápoles era la "parte más agradable del viaje". Y Cuny Janssen nos adentra en el mundo de los niños con sus fotografías, que por supuesto también tratan de la belleza de tal lugar, como siempre hace en sus proyectos. También en este libro aborda su tema desde fuera y busca una especie de estado psicológico en los retratos de los niños; por esta capacidad, Freddy Langer la declaró "la fotógrafa de niños más notable de nuestro tiempo" en el "Frankfurter Allgemeine Zeitung" en 2010. El libro es, por tanto, inesperadamente inquietante, ya que no sólo retrata a los niños y jóvenes de la clase media italiana, sino que también nos presenta fotos de niños gitanos, cuyas vidas en guetos de pobreza e inmundicia son claramente visibles. Se crea así un arco de suspense en la sempiterna imagen de esta impresionante ciudad, que también alberga una miseria humana difícil de imaginar. Cuny Janssen también ha vivido esta experiencia, como cuenta a Gabriele Conrath-Scholl, la autora del libro. Durante su segunda sesión fotográfica de niños gitanos, éstos se acordaron de la fotógrafa y le preguntaron cuándo empezaría por fin la escuela para ellos también; habían visto a Cuny Janssen como una trabajadora social que les fotografiaba para el comienzo de la escuela. Así se hace visible el dilema de toda fotografía documental, de hecho, de todo viaje, y uno se ve inesperadamente envuelto por la empatía en el centro de este insólito libro fotográfico BLU.