Deftig Barock

De Cattelan a Zurbarán

Manifiestos de lo precariamente vitalLa palabra "deftig" es en sí misma barroca y su significado etimológico original de "capaz, fuerte, vigoroso, sólido" se remonta al siglo XVII y al mundo de habla neerlandesa. En esta exposición, el arte es contundente en su franqueza y cercanía a la vida. El principio del encuentro confrontativo entre obras de dos épocas muy divergentes también puede describirse como cordial en el sentido moderno de "drástico, contundente". Deftig Barock" no trata del cortocircuito ilustrativo de motivos, temas o analogías formales, sino de la descripción de una actitud que, con inteligencia artística sensualista, conjura la cercanía a la vida como idea de "vida plena" y lamenta su pérdida. Una actitud que también vincula las preguntas sobre el arte con el arte mismo. El Barroco se equipara con el dinamismo, la sensualidad, la extravagancia y lo teatral, con un alejamiento de la serena solemnidad de las formas clásicas, pero también con una época de inestabilidad y desintegración del orden. El Barroco fue reconocido como una "cultura de la fluidez y las interfaces" o, como Erwin Panofsky, el comienzo de nuestra era moderna. La exposición y el libro nos recuerdan así que sólo desde principios del siglo XX el arte del Barroco ha gozado de un aprecio sin igual, motivado por una generación de historiadores del arte que se atrevieron a mirar al pasado desde su proximidad al arte de su presente. Con obras del Barroco, entre ellas muchas de Pieter Aertsen, Monsù Desiderio y Rubens, así como obras contemporáneas de Maurizio Cattelan, Nathalie Djurberg, Cindy Sherman y Urs Fischer, esta magnífica exposición va acompañada de un catálogo profusamente ilustrado con un elaborado glosario.

Exposición:
Kunsthaus Zurich, 1/6 - 2/9/2012