Katrin Plavčak: SUMMEN PURZELN HUMMING TUMBLING

Textos (alemán/inglés) de Silvia Eiblmayr y Jörg Heiser
176 p. con 123 ilustraciones en color
Formato 28,5 x 22 cm, tapa dura

ISBN 978-3-86442-203-4

39,80 

La pintura política en la era postfactual

Aunque la pintura posmodernista siempre ha ido acompañada de discusiones sobre su final, siempre hace referencia a su característica más importante: que gracias a su carácter discursivo, puede abarcar una red interminable de representaciones. Hace treinta y cinco años, el pintor Thomas Lawson acuñó la acertada expresión "Última salida: la pintura". Lo mismo puede decirse de las obras de Katrin Plavčak (nacida en 1970 en Gütersloh, creció en Austria). Sus óleos y acrílicos sin pasta evocan referencias figurativas a Dix y Grosz, Magritte y Picasso, Höch y Lassnig, así como la práctica de la pintura naif, en la que la perspectiva y las condiciones espaciales quedan suspendidas y coexisten varios hilos narrativos. Katrin Plavčak se ocupa específicamente de la historia de las imágenes procedentes del cómic, la caricatura, la ilustración y, más en general, de los medios técnicos de la imagen. El cliché, la distorsión, la trivialización y el espectáculo, tal como los produce la industria de los medios de comunicación y a cuya lógica también son naturalmente susceptibles el arte y sus instituciones, forman para ella un fondo estético a partir del cual formula su visión artística y sociopolítica de las cosas con su propio lenguaje pictórico en un proceso de transformación muy hábil. Katrin Plavčak no necesita ni patetismo ni una posición ideológicamente "correcta", sino que sigue directamente su interés por el dadaísmo o el surrealismo, movimientos artísticos en los que los logros de la fotografía, el cine y la publicidad, y por tanto no menos importante la cultura de las revistas populares en metódico entrelazamiento con el montaje y el collage, han codeterminado el concepto de vanguardia. Además, Katrin Plavčak es una gran retratista que sabe llegar al corazón de las características psicológicas de sus figuras encontradas o inventadas con gran habilidad pictórica. Así pues, si estos días se proclama la era post-factual porque "nos estamos ahogando en información hasta el punto de que carece de sentido para nosotros", como dijo Lawson en 1981, la antítesis podría ser el arte dispuesto a explorar dimensiones explícitamente políticas y míticas. La distancia crítica y resistente surge en este medio como si fuera por sí misma, cuando se crea espacio en el lienzo para temas, ideas y sentimientos complejos de forma muy condensada.

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