Markus Proschek: True Lies

Casa de Arte de Babilonia

Para el artista Markus Proschek (*1981), nacido en Austria y afincado en Berlín, la estética subliminalmente nazi o la arquitectura totalitaria siempre plantean retos artísticos. La escultura de bronce pintada al óleo del "Nadador" (2006) es uno de esos casos. Hasta cierto punto, invoca la tradición pictórica de Psique o Narciso, pero en términos de estética visual oscila como una belleza Breker entre la protuberancia nazi y la frialdad de la Bauhaus. Las sutilísimas obras de Proschek exploran esta ambivalente relación funcional entre la apropiación ideológica y las obras de arte abiertas a la manipulación. Es el caso de su óleo "Die Merz-Gefallenen" (2007), cuya irónica escena ficticia se desarrolla en la Haus der Kunst de Múnich, con una escultura basada en el famoso cuadro de Caspar David Friedrich "Das Eismeer" (El mar de hielo) en primer plano y elementos del "Merz-Bau" de Kurt Schwitters apilados en la sala contigua. Lo canónico se enfrenta así parodísticamente a la posibilidad de su rechazo al entrar en contacto con lo revoltoso, con la estética nazi del templo de la exposición. Jacques Derrida ya subrayó el hecho de que la cultura y el arte en el modernismo no forman una moneda estable al afirmar que el significado sólo se deriva de la relación entre las cosas, lo que también hace obsoleta la idea de que exista algo así como un significado original y verdadero. Markus Proschek afirma: "Para mí, las perspectivas sobre el tema eran un poco insatisfactorias. La mayoría de las obras de arte contemporáneo que tratan estos temas siempre me han parecido o muy moralistas, superficiales o, peor aún, aburridas".

Exposición:
Espacio de arte Innsbruck, 21/4 - 8/7/2017