Walter Pichler: Zeichnungen

Escrupuloso y preciso al mismo tiempo

"Si haces un dibujo y está libre de intenciones, te alejas, y al mismo tiempo te vuelves cada vez más preciso. Si eres demasiado valiente, aíslas el objeto sobre el que quieres informar, si eres demasiado cobarde, no das con el objeto sobre el que pretendes informar". Walter Pichler (1936-2012) es escrupuloso, preciso y al mismo tiempo reivindica para sí una gran libertad artística, y al mismo tiempo demuestra el enfoque de su obra. Por un lado está el dibujo, base de la obra de Pichler, pero sobre todo están el espacio y la esencia de la escultura, los parámetros más importantes de la obra de Pichler. Se expresan en obras sobre temas muy diversos: la persona en el espacio, la escultura, la imagen de la escultura, el propio Pichler, la mujer, el hombre, la cabeza, el torso, el amigo, la madre, la pareja, la familia, el niño, la cama, un acontecimiento, el muerto, el herido, el vagabundo, el bebedor, el dibujante, el guardián, el insultado, el vagabundo, una construcción, un plano, la casa, la habitación, la cruz, un detalle importante, una situación de conversación. Por tanto, también trata del cuerpo humano, de sus sensaciones provocadas por determinadas condiciones, que se hacen perceptibles material y espiritualmente como estados de conciencia, tal y como escribe Christian Reder, compañero de Pichler y uno de los dos autores de este volumen. A principios de la treintena, Walter Pichler fue reconocido internacionalmente como un artista independiente y explícitamente experimental que no se dejaba confinar en ningún género, y posteriormente realizó exposiciones y participaciones ampliamente aclamadas: Museo de Arte Moderno (1967 y 1975), Documenta 4 (1968), Bienal de Venecia (1982, más recientemente en 2013 en el Palazzo Enciclopedico), Städel Museum de Frankfurt/Main (1987), Stedelijk Museum de Ámsterdam (1998) y MAK de Viena (1990 y 2011). Sin embargo, Walter Pichler es "uno de esos artistas cuya obra se ha vuelto cada vez más enigmática con el paso del tiempo", como afirma Stephanie Weber, la segunda autora del libro, lo que también puede tener algo que ver con el hecho de que, como él mismo decía, estaba "en contra de las ideas", es decir, se oponía vehementemente a vincular el proceso artístico a un propósito o ideología.

Exposición:
CFA Contemporary Fine Arts, Berlín, 14/9 - 2/11/2013